Nada que perder
En ocasiones, nuestras circunstancias dan tantas vueltas que terminan por entrar en un torpe remolino que las lía entre ellas y crea grandes nudos. Ponemos todo nuestro empeño en deshacerlos pero, cuanto más lo intentamos, más grandes y complicados se vuelven y, al final, pesan tanto que nos da la sensación de que no podemos con ellos. Es entonces cuando empezamos a sentir que todo se pone en nuestra contra … Seguir leyendo…